…. Y la Alegría llegó con el Color….
Desde las 10 de la mañana del domingo 10 de febrero, empezamos a ver los frutos de nuestro proyecto “Rotary pinta a Colombia”
Las niñas del Hogar Maria Goretti esperaban ansiosas la noticia que les llevarían los Rotarios. Se les explicó que teníamos un proyecto para ellas y de ellas, en el cual su aporte sería muy importante, consistente en pintar la fachada y todas las áreas del Hogar, decorarlo con un nuevo mural, dar toques de color a sus espacios y enlucir las habitaciones con marcos decorativos para colgar fotos que ellas mismas elaborarían. Con el espíritu entusiasta que las caracteriza, dijeron “si queremos” y no fue sólo una respuesta: desde ese momento, la ilusión y el afán por participar empezó a llenar sus corazones y a desear que pronto se llegara el día de participar..
El día siguiente y durante dos semanas, observaron cómo iban transformando las paredes desgastadas y envejecidas en nuevas superficies limpias, estucadas, sin huecos ni rasguños; aceptaron con alegría las incomodidades del polvo, el olor a pintura y el desorden. Llegada la tarde del 23 de febrero, nos fuimos con las niñas de paseo al vecindario, con 40 marcos de madera, pinceles, pinturas y mucha expectativa. Durante toda la tarde, cada una plasmó los anhelos de su corazón en su marco: expresiones de cariño para su mamá, su sobrinita, un espacio para un amigo, diseños alegres, paz con colores pastel … obras que terminaron hacia el mediodía del sábado, colocando los cordeles y ganchitos para colgar sus fotos y mensajes.
Paralelas a las actividades con las niñas, fuimos preparando los recursos físicos y organizándonos para la celebración de los 110 años de Rotary, con la jornada nacional de pintura. Recibíamos fotografías de los avances de los demás clubes, lo cual aumentaba cada momento nuestra motivación. El sábado 23 de febrero, a pesar de la lluvia, desde las 7 am fuimos llegando al Hogar los voluntarios: rotarios, jóvenes Rotaract, familiares, funcionarios de la Institución, las ilustradoras Giselle Escandón y Liceth Ardila, y algunos de nuestros amigos; un grupo de más de 40 personas, que acompañados de las niñas, logramos transformar sus espacios y disfrutar en cada segundo las expresiones de cariño y agradecimiento de estas pequeñas. Al final sucedió algo inesperado y casi mágico: al admirar el mural, afloró en las niñas su espíritu creativo, decorando ellas mismas sus habitaciones con hermosos dibujos.
¿Qué sigue? Para las niñas, disfrutar y mantener su casa; para nosotros, recordar que en el Hogar Maria Goretti, ellas nos esperan, aunque no lo reclamen y que lo material es importante, pero el amor lo es mucho más.